Decidís esperar a que vengan a por vosotros[]
Os mantenéis a la espera... El tiempo pasa lentamente.
Intentas consolar a la viuda con palabras amables y te das cuenta de que está comenzando a anochecer. El hambre y el sueño se apoderan de vosotros.
- ¿Cuánto tiempo más tardarán? -musita la mujer angustiada.
- ¿Cuánto tiempo? -respondes-. La verdad es que no es algo muy trivial modificar la máquina para que se desplace a sí misma y poder traernos de vuelta. Pero la pregunta es: ¿con qué margen de error habrán podido estimar nuestro desplazamiento temporal para poder acudir a este tiempo donde nos encontramos? En teoría deberían haber aparecido en el mismo instante de nuestro propio desplazamiento temporal.
La mujer suspira y se incorpora.
- Tengo hambre y sueño. No quiero pasar la noche aquí. No sé si vendrán ya a por nosotros, pero tenemos que encontrar algún lugar cálido; empieza a hacer mucho frío en este bosque.
- Tal vez podríamos quedarnos y hacer un fuego -propones.
- ¡Buena idea! -exclama la mujer-. Eso nos hará más visibles; tal vez alguien de esta época venga en nuestra ayuda.
- En nuestra ayuda o a por nuestra carne. No sabemos en que época nos encontramos ni a qué nos tendremos que enfrentar, y la verdad es que no se ven indicios de civilización por ningún lado.
- Pero no pensarás en dormir a la interperie, ¿no? ¡Moriríamos de frio!
Te dispones a responder cuando, desde los arbustos, ves cómo dos brillantes ojos os observan. Quedas paralizado.
- ¿Me estás escuchando?
- Te acercas a los arbustos.
- No le dices nada a la mujer para no asustarla y decides hacer rápidamente un fuego; eso probablemente espante a... lo que sea que haya ahí.
- Decides alejarte de allí y buscar un sitio donde guareceros.
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